sábado, 25 de octubre de 2014

HISTORIAS QUE INTEGRAN

EL CUENTO COMO HERRAMIENTA DE SENSIBILIZACIÓN INTERCULTURAL

Por Mª Eugenia Martínez de la Puente Blas: Psicóloga, Monitora Sociocultural, Técnica en Gestión Cultural, Cuentacuentos, Titiritera, Formada en “Inteligencia Emocional y Coaching” y en “Arteterapia”. Con una vasta experiencia en coordinación de actividades de ocio y salud para personas mayores y en  talleres de sensibilización intercultural e intergeneracional a través de cuento. También es socia fundadora y directiva de Diversamente Asc. En integrante de DEL ARTE SOMOS.



Si bien somos muchos los agentes sociales que influimos decisivamente en el proceso de socialización de niños y niñas, tanto la Escuela como la Familia tienen un papel fundamental en la misma, ya que a través de ella construirán su propia identidad y sus referentes, base fundamental de su seguridad y autoestima.
En general, el proceso de formación de la “Actitud” con la cual elegimos afrontar la vida, pasa por tres etapas: Primero escogemos el objeto de dicha actitud, en la medida en que lo conocemos (por eso es fundamental entrar en contacto con lo nuevo, de lo contrario nos cerramos a elegir); luego lo apreciamos, en la medida en que este conocimiento nos predispone hacia elementos, cuyo valor podemos percibir (sin ese encuentro, no podemos discernir si algo es realmente bueno, o no lo es, o cuanto lo es); y posteriormente lo ponemos en práctica, convirtiéndole cada vez más en conductas habituales, inconscientes, arraigadas. Las actitudes que tomemos hacia las cosas nuevas o diferentes, no son valores absolutos sino relativos, que dependen del tiempo, el espacio y la naturaleza humana. Por esta razón es importante darnos siempre nuevas oportunidades para relacionarnos con lo nuevo, lo viejo, lo diferente, etc. Porque siempre podremos redefinir nuestra actitud a favor del crecimiento personal y comunitario.
Desde la Escuela, es importante fomentar el enriquecimiento de la persona, basándose en las diferencias aportadas por cada uno de los individuos, proveniente de culturas tan heterogéneas a la española, con una forma tan distinta de pensar y de sentir, pero con los mismos afanes e inquietudes de aprender y enseñar.
Para ello es primordial: fomentar la identidad bien asentada, aceptando los propios valores; fomentar el espíritu crítico de lo que es mejorable;  estimular la valoración positiva de la Diversidad, educando en la convicción de la igualdad; convertir al centro educativo en  un lugar de encuentro, donde poder dar lo mejor de sí; vincular los nuevos aprendizajes a componentes socio-afectivos de la realidad cotidiana; asumir nuestra ignorancia en relación a aspectos básicos de las diversas realidades culturales; y dirigir la mirada hacia dentro, para tratar de descubrir no sólo el desconocimiento, sino también los prejuicios, los estereotipos, las generalizaciones y las actitudes con personas de diferentes culturas.
La familia es el primer medio en el que se desenvuelve una persona, el primer eslabón en el proceso de la socialización. Por eso proponemos que sea la Familia quien, en este proceso de creación y encuentro, contribuya junto con la Escuela a ofrecer a sus hijos e hijas, un conjunto de condiciones orientadas al desarrollo de una vida más sana y armónica para todos. Esperamos que existan espacios para el ejercicio de la libertad, donde seamos conscientes de las diferencias y nos enriquezcamos en su presencia manteniendo la motivación necesaria para seguir creciendo en este proceso de búsqueda del bienestar para todos y de un mundo más justo y solidario.
El conocimiento de otras culturas es esencial para el establecimiento de un diálogo constructivo entre los pueblos y conlleva una reflexión sobre lo que es común a todos los seres humanos, pero también sobre las diferencias. En la medida en que consideremos la diversidad como riqueza y como patrimonio común, y no como obstáculo, seremos capaces de reducir tensiones y convertirlas en una fuerza positiva.
Las diferentes culturas han elegido al cuento como medio por excelencia para transmitir sus valores, creencias y costumbres, tanto a los miembros más jóvenes de su comunidad como a los mayores. Generaciones tras generaciones lo han traspasado como testimonio de las civilizaciones que desembocaron en las diversas etnicidades que hoy entretejen nuestro mundo. Por esta razón, constituyen herramientas idóneas para llegar a niños, niñas y adultos, de una manera atractiva, aportando nuevos elementos culturales que incorporar al diálogo cotidiano con los nuevos vecinos, provenientes de diversas latitudes.
Como padres, madres, docentes o ciudadanos en general, debemos tener presente que la Interculturalidad es una oportunidad única de enriquecer el desarrollo afectivo, social e intelectual de nuestros niños y niñas. Mantener una actitud coherente respecto de la Integración Cultural en nuestra vida diaria, es el mejor ejercicio de Interculturalidad para nuestros hijos/as o alumno/as. Recordemos que ellos antes que escucharnos, nos ven... Y lo que nosotros opinemos, nuestros gestos, pero sobre todo lo que hagamos es lo que dejará huella en su percepción sobre la inmigración, la diversidad y la desigualdad en el mundo.
Las actividades de sensibilización sobre la diversidad cultural, la integración con nuestros semejantes (provengan estos del lugar de donde provengan), y el refuerzo de actitudes positivas como la solidaridad, la acogida y la apertura hacia una convivencia en paz, deben ser una tarea diaria.
La narrativa de un cuento permite a todas las personas además de conocer, soñar con el relato en sí. Y en el caso concreto de los niños y niñas y como dijo Nelson Mandela “Deseo que la voz del narrador de cuentos nunca muera, que los niños no pierdan nunca la capacidad de ampliar sus horizontes del mundo con la magia de los relatos”.
Al utilizar un cuento como herramienta de sensibilización intercultural, no solo contamos una historia, sino que además podemos complementar la misma profundizando en el contexto del cual proviene, hablando del país del cual es originaria (Por ejemplo: conociendo la ubicación geográfica, clima, población, idioma, características de la gente que vive allí, etc.) y completarla con actividades y materiales específicos sobre el país que se aborde y sus respectivas costumbres (Por ejemplo: haciendo una comparación con fotografías y otros recursos audiovisuales que muestren como es ese país en la actualidad y como se vive en él.
También podemos aprovechar la presencia de alumnos que provengan de esos lugares para que participen activamente de la actividad, contando sus experiencias personales y además podemos invitar a personas nativas del país en cuestión. De este modo, afrontamos el reto que tenemos de motivar a nuestros niños y niñas, haciendo que todos y todas nos sintamos partícipes e integrantes fundamentales de este Mundo de Culturas que deseamos construir.

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