Licenciada
en Ciencias de la Comunicación. Master en Intervención en Violencia contra las
Mujeres y Suficiencia Investigadora del Doctorado en Estructura Social y
Desigualdad. Su desarrollo profesional está vinculado a la comunicación
social, interculturalidad, igualdad y violencia de género.
Hace más de un año llegué a la década de los cuarenta. Una década en la que has superado, o al menos eso crees, la crisis que produce el reconocer los primeros síntomas del paso del tiempo en tu cuerpo: la primera cana, la primera arruga, el cansancio por un esfuerzo que antes no te costaba nada…
Hasta aquí creo que comparto las mismas
experiencias que un amplio grupo de mujeres de mi edad. Pero resulta que
pertenezco además a otro selecto grupo de mujeres con más de cuatro décadas a
cuestas, una carrera profesional, un postgrado, una jornada laboral, una
independencia personal para organizar la vida….Sí, sí todo eso, pero también un
estado civil…SOLTERA.
A principios del año 2002 me trasladé a vivir
a España por motivos académicos, al obtener una beca dirigida a
latinoamericanos/as para estudiar un postgrado en Salamanca, y con el tiempo
decidí prolongar mi estadía en este país por motivos profesionales. Por ahora éste
es mi presente.
Esta decisión me ha permitido disfrutar más
de mi vida personal, viajar, conocer a personas de diferentes partes del mundo,
y tantas otras experiencias que te enriquecen con nuevas visiones y propuestas;
pero también me ha obligado a mantenerme ausente, durante largos períodos, de
mi querida tierra sinaloense.
Por este motivo, cada viaje a México es para
mí un encuentro placentero con mis raíces y con mi gente querida, pero también
un encuentro con esa maternidad que parece dejé escapar con el paso de los
años.
“¿Y ya tienes novio?… ¿Y qué esperas para
tener un hijo, si es que todavía lo puedes tener?... Al menos adopta… ¿Es que
no te piensas casar?...” Son algunas de las preguntas que me suelen formular de
forma sutil, y en otras muy directa, amigos/as y conocidos/as.
En ocasiones me siento examinada con gestos de
desaprobación y miradas que me transmiten lástima hacia mi persona. Luego
concluyen que es lógico, después de vivir varios años en España, convertirme en
europea y feminista. Parece que todo queda resumido en estas dos palabras.
Creo en la igualdad de género y en la lucha
para que tanto los hombres como las mujeres disfrutemos de los mismos derechos,
y compartamos una sociedad donde se privilegie el respeto. Una afirmación que, estoy
segura, coinciden conmigo miles de mujeres mexicanas.
El vivir en Europa no ha debilitado en mí la
convicción de creer en el matrimonio, ni el deseo de formar una familia, pero
sí me ha liberado de la presión social, que considero todavía muchas mujeres
podemos llegar a sentir al cumplir cierta edad y no contar con un hombre al
lado para formar una familia.
Parece que si no te casas eres rara,
amargada, frígida, y hasta llegan a dudar de tu condición sexual. Y entonces
vuelven a liberarse en mi cabeza una serie de preguntas: ¿Es que el proyecto de
una mujer soltera vale menos por no contar con una pareja y formar una familia?
¿Es que una mujer no puede elegir esta opción de vida? ¿Es que sólo una mujer
con pareja e hijos puede tener una vida estable? ¿La soltería tiene
forzosamente que estar ligada a la soledad y la amargura? ¿Es que no me puedo
casar a los cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta, ochenta o cuando a mí me de
la gana?
No, parece que decisiones como el tener una
pareja y una familia tienen fecha de caducidad, y si no logras este objetivo a
determinada edad de tu vida estas en problemas…sobre todo con aquella parte de
la sociedad que se maneja con esquemas donde los estereotipos y prejuicios
pesan más que el deseo y la elección personal.
A lo largo de mi vida he conocido a mujeres
que se han casado por amor, pero también a otras tantas que se han casado por
la presión social, porque ya casi “se les va el último tren”, porque el grupo
de amigas ya se han casado, porque la realización de una mujer está en tener un
hijo, porque ya se está en edad de merecer… Lo más lamentable es cuando la
infidelidad, la falta de respeto, las dudas sobre los sentimientos, el acecho
constante de celos queda a un segundo plano con tal de asegurar el matrimonio y
la maternidad.
“Paty, no sigas esperando a tu príncipe azul
porque no existen... ¿No has pensado que en el futuro la soledad acabará
contigo?…Si tienes un hijo/a al menos el día de mañana tendrás a alguien que
pueda acercarte un vaso de leche…Si no piensas casarte ¿por qué no pruebas ser
misionera o religiosa?…” Son comentarios que he escuchado en los últimos años
de mi vida.
Algunos de estos comentarios son construidos
desde la malicia, pero otros tengo la seguridad que son expresados desde el
cariño. Quizás lo más sorprendente es que varios de estos comentarios son expuestos
por mujeres que hoy, ante la falta de amor en su matrimonio y/o herido por los
celos, la infidelidad u otras faltas de respeto, deciden voltear hacia el otro
lado para evadir su realidad y transmitir a la sociedad un mensaje de que “no
pasa nada, todo está bien en mi vida, soy una mujer realizada”.
No sé qué me depara el futuro, pero tengo
claro que la maternidad es una decisión personal y/o de pareja y no un asunto
que concierne a terceras personas. Me niego a tener una hija para “asegurar” la
compañía cuando llegue a la vejez, me niego a tener un hijo para sacudirme la
etiqueta de rara, amargada, fría…
La maternidad no es una exigencia, es una
elección. Así que aquellos/as que creen que la he perdido no se preocupen, que
todavía está en mí, guardada celosamente. No sé si algún día seré madre, pero
lo que sí sé, o al menos lo intento, es que el día de mañana cuando esté al
final del camino pueda decir con orgullo que la ruta que he recorrido la he
trazado YO.
Patty,, nos estás describiendo a varias cuarentonas !!! felicidades y gracias por permitir reencontrarnos y sobretodo,, nos das armas para saber contestar ante esas "molestas preguntas metichonas "" un abrazo !!!!
ResponderEliminarGracias a ti, quién eres? jajaja. Aquí estamos con muchos anhelos por este nuevo proyecto. Abrazoss
EliminarBravo por tus palabras, nunca se da gusto a la gente. Si te casas...que porque con ese, que cuando tienes hijos?... si los tienes, que busques la pareja...que si no los tienes se preguntan, pues que les pasarà? En fin...lo importante es sentirse feliz con uno mismo, tranquilo y satisfecho de tus logros, trascender con los talentos que cada quien tenemos y desarrollamos, en algunas podra ser formar una familia, en otras una empresa exitosa; ser una excelente escritora, artista, o lo que sea, pero lo principal es ser feliz.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Sí, lo importante es trazar nuestro propio proyecto de vida desde nuestros propios anhelos, necesidades e inquietudes. Saludos
ResponderEliminar"Europea y feminista..." como si fuera algo unívoco. Efectivamente. Como "soltera y amargada" o "madre y realizada". Afortunadamente hay europeas conservadoras ( y mucho!!!!), mexicanas feministas (tb mucho!), solteras por elección, maternidades obligadas, familias infelices, matrimonios mediocres, soledades felizmente elegidas... Y menos mal, pq ello da cuenta de las posibilidades de elección libre que hoy existen. A seguir escribiendo y enhorabuena por este proyecto !! A. Calvo
ResponderEliminarGracias Ana. Un abrazo!!!
EliminarPensar que se deben tener hijos para evitar la soledad del futuro, es un pensamiento un tanto egoista creo yo. Afortunadamente hay diferentes formas de vida y gracias a ellas se construyen las sociedades. Lamentablemente hay preguntas y comentarios que solo se dirigen a las mujeres, y eso algún día cambiará gra ias a la lucha de mujeres como tú Patricia, que defienden sus derechos y libertades y apoyan a otras a conseguirlos. Seguro que no es fácil el día a día, pero al mirar atras, también seguro que es gratificante saber que hubo momentos buenos y malos, pero nadie decidió por ti. Gracias por compartir! OR
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Sí, el camino para el cambio de actitudes es largo, pero estamos dando ya pasos importantes aunque cuesten y a veces duelan. Saludos!!
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ResponderEliminarTambién podría entrar dentro de la baraja de posibilidades que buscando y exigiendo hayamos perdido al principe ....porque tanto hombre y mujeres nos volvemos más exigentes. Y más en Méjico que con 23 ya se te pasó el arroz.
ResponderEliminarEn Europa, América, Africa ... etc se vende imagen y si estas fuera de esos canones ...se nos pasa el arroz, aunque el refrán dice, siempre hay un roto para un descocido...pero no siempre es así, sino que se lo pregunten a miles de solteros por convicción....obligada.
El que cuente con orgullo que es feminista .... que tendrá que ver el feminismo con ser soltero???... nada.
Ser feminista es contribuir a mejorar la sociedad; miles de madres son feministas, educando hijos e hijas, a éllos valorando y respetando a las mujeres y a éllas respetando y valorando a los varones...
Miles de solteras son .... todo.... menos feministas...