Podemos
afirmar inequívocamente que el presente de nuestras sociedades no puede ser
descrito si no se parte de un contexto enmarcado por la “Diversidad”. Claro
está que nos referimos a todo tipo de diversidad: de género, de ideología, de
religión, de grupos etáreos y un largo etc., sin olvidar la forma particular de
diversidad en la que nos centraremos en el presente número de nuestra revista… La Diversidad Cultural.
Ante esto, es
importante aceptar nuestra realidad como “culturalmente diversa” para poder poner en marcha los mecanismos que permitan una convivencia armónica
e integrada teniendo en cuenta que integrarnos culturalmente implica
construir un nuevo “nosotr@s”, una
nueva identidad colectiva que, tanto en lo individual como en lo social,
permita sentirnos parte del mismo proyecto, la misma comunidad, el mismo
mundo.
El
conocimiento de otras culturas es esencial para el establecimiento de un
diálogo constructivo entre los pueblos. Dicho conocimiento conlleva una
reflexión sobre lo que es común a todos los seres humanos, pero también sobre
las diferencias. En la medida en que consideremos la diversidad como riqueza,
como patrimonio común y no como obstáculo, seremos capaces de reducir tensiones
y convertirlas en una fuerza positiva.
Podremos
considerarnos una sociedad pacífica, libre, solidaria y respetuosa ante la
diversidad (en otras palabras, una sociedad intercultural), solamente si
estamos juntos y a la vez mezclados, manteniendo una escucha abierta y activa, si
cuestionamos las verdades absolutas sobre tal o cual realidad cultural.
Todo esto no hace más que poner en evidencia la constante
necesidad de desarrollar acciones que destaquen las circunstancias inherentes
al proceso migratorio y difundan valores de solidaridad, respeto y tolerancia
(que favorezcan el acercamiento intercultural y ayuden a prevenir actitudes de
rechazo). Con tal fin hay que trabajar desde lo que conocemos (“la información” que se nos facilita) y
también desde lo que sentimos (“lo
afectivo”), factores que orientan nuestras tendencias a la aceptación o el
rechazo; sin olvidar por supuesto abordar “la acción”, que plasma
nuestros ideales de integración intercultural.
Este es uno de los ejes temáticos que fundamentan
la labor de la Asociación
Sociocultural DiversaMENTE; esta es una de nuestras metas y
de ella queremos haceros partícipes a todos y todas...
¿Os sumáis al reto?
STAFF de la Revista digital de DiversaMENTE:
Redacción: Juan Di Pane Sánchez
Corrección: Luz Patricia Silva Peñúñuri y María del Carmen Herrera
Edición: Lights&Audio
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